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lunes, 29 de febrero de 2016


THOMAS MANN
(1875/06/06 - 1955/08/12)


"UN ESPIRITU NOBLE Y VIGOROSO NO SE ACORAZA TANTO CONTRA NADA COMO CONTRA EL ENCANTO AMARGO." 

ÁLBUM CULTURAL LA CRÓNICA UNA RED EN EL ENCUENTRO Y EL HUMANISMO


EN UN PAÍS QUE DESPIERTA CON OLOR A CAFÉ, EL ÁLBUM CULTURAL LA CRÓNICA INVITA A REENCONTRARNOS CON LA OBRA DE THOMAS MANN.


TODAS NUESTRA EDICIONES SE PUBLICAN DE MANERA SIMULTANEA EN LOS SIGUIENTES ESPACIOS:


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Editor
Héctor Pirela Zambrano




THOMAS MANN


LA MONTAÑA MÁGICA

DOCUMENTAL, LA MONTAÑA MÁGICA.


ESCRITOR ALEMÁN.




Nació el 6 de junio de 1875 en Lübecken, en el seno de una familia de comerciantes.
Fue hermano menor del novelista y dramaturgo Heinrich Mann. Cuando su padre falleció, la familia se radica en Munich.
Fue padre del autor Klaus Mann y de la escritora y actriz Erika Mann.
Trabajó como vendedor de seguros
.
Perteneció al comité de dirección de la revista satírica Simplicissimus, antes de dedicarse a la escritura como profesión. En sus novelas los protagonistas son frecuentemente burgueses que sobrellevan un conflicto espiritual. Su primera novela importante, Los Buddenbrook (1901) narra la decadencia inevitable, a lo largo de varias generaciones, de una dinastía de ricos comerciantes ultramarinos de la señorial ciudad hanseática. Cuando apareció, provocó un gran escándalo entre la alta burguesía de la ciudad, por reconocerse en la ridiculez de algunos personajes de la obra.




Posteriormente escribe Tonio Kröger (1903), La muerte en Venecia (1912), que inspiró la película de Luchino Visconti, y la ópera de Benjamin Britten. En el Bildungsroman La montaña mágica (1924), su obra más famosa y una de las novelas más excepcionales del siglo XX, somete a la civilización europea a un minucioso análisis. Entre sus obras posteriores se encuentran los cuentos Desorden y dolor precoz (1925), sobre el amor paterno, y Mario y el mago (1930), en el que señala los peligros de la dictadura fascista y la cobardía intelectual; la serie de cuatro novelas basada en la historia bíblica de José, José y sus hermanos (1934-1944), y las novelas Doctor Faustus (1947), El elegido (1951) y Confesiones del estafador Felix Krull (1954).

CORRESPONDENCIA INÉDITA DE THOMAS MANN.


En 1929 le otorgaron el Premio Nobel de Literatura, pero en 1933 se exilió de Alemania tras la llegada al poder de los nazis. Residió en Suiza y después en los Estados Unidos (1938), en donde obtuvo la ciudadanía en 1944.


En 1953 se estableció cerca de Zurich (Suiza), donde murió el 12 de agosto de 1955.






THOMAS MANN

OBRAS:


 Narrativa

1894 La caída 

(Gefallen)1896

La voluntad de vivir (Der Wille zum Glück)1896
Enttäuschung1897 El pequeño señor Friedemann

(Der kleine Herr Friedemann)1897

 El payaso (Der Bajazzo)1897

 El diletante1897

Tobías Mindernickel (Tobias Mindernickel)1897

La pequeña Lizzy1899

El armario ropero (Der Kleiderschrank)1900

Luisita (Luischen)1900

El camino del cementerio (Der Weg zum Friedhof)1901

Los Buddenbrook (Buddenbrooks – Verfall einer Familie)1902

Gladius Dei1902 Tristán 1903

Tonio Kröger1903

El niño prodigio (Das Wunderkind)1904

Fiorenza1904

Un momento de felicidad (Ein Glück)1904

Kinderspiele1904

En casa del profeta (Beim Propheten)1905

Horas penosas (Schwere Stunde)1905

La sangre de los Welsa o De la estirpe de Odín (Wälsungenblut)1908

Anécdota (Anekdote)1908

Accidente ferroviario (Das Eisenbahnglück)1909

Alteza real (Königliche Hoheit)1911

Wie Jappe und Do Escobar sich prügelten1912

La muerte en Venecia (Der Tod in Venedig)1918

Señor y perro (Herr und Hund; Gesang vom Kindchen: Zwei Idyllen)1924

La montaña mágica (Der Zauberberg)1925

Desorden y penas tempranas (Unordnung und frühes Leid)1929

Mario y el mago (Mario und der Zauberer)1930

Relato de mi vida (Lebensabriß)1933–1943

José y sus hermanos (Joseph und seine Brüder)1933

Historia de Jacob (Die Geschichten Jaakobs)1934

El joven José (Der junge Joseph)1936

José en Egipto (Joseph in Ägypten)1943

José el Proveedor (Joseph, der Ernährer)1939

Carlota en Weimar (Lotte in Weimar)1940

Las cabezas trocadas (Die vertauschten Köpfe – Eine indische Legende)1944

La ley (Das Gesetz)1947

Doctor Faustus (Doktor Faustus)1951

El elegido (Der Erwählte)1953

Altes und Neues. Kleine Prosa aus fünf Jahrzehnten1954

El cisne negro (Die Betrogene: Erzählung)1911–1954

Confesiones del estafador Felix Krull 1918–1951 Diarios (Tagebücher)


Ensayo


Bilse und ich (1906)Im Spiegel (1907)

Friedrich und die große Koalition (1915)

Consideraciones de un apolítico (Betrachtungen eines Unpolitischen (1918)

Goethe und Tolstoi (1923)

Von deutscher Republik (1923)

Lübeck als geistige Lebensform (1926)

Theodor Fontane (1928)

Deutsche Ansprache. Ein Appell an die Vernunft. (1930)

Goethe als Repräsentant des bürgerlichen Zeitalters (1932)

Goethe und Tolstoi. Zum Problem der Humanität. (1932)

Goethes Laufbahn als Schriftsteller (1933)

Leiden und Größe Richard Wagners (1933)

Freud und die Zukunft (1936)

Vom zukünftigen Sieg der Demokratie (1938)

Schopenhauer (1938)

Achtung, Europa! (1938)

Dieser Friede (1938)

Das Problem der Freiheit (1939)

Dieser Krieg (1940)

Oíd, alemanes: discursos radiofónicos contra Hitler (1942)

Deutschland und die Deutschen (1945)

Nietzsches Philosophie im Lichte unserer Erfahrung (1947)

Neue Studien (1948)

Goethe und die Demokratie (1949)

Ansprache im Goethejahr 1949

Meine Zeit (1950)

Michelangelo in seinen Dichtungen (1950)

Der Künstler und die Gesellschaft (1953)

Gerhart Hauptmann (1952)






LA MUERTE EN VENECIA



LA MUERTE ENVENECIA


GUSTAV MAHLER -MUERTEENVENECIA -VISCONTI (1971)







La muerte en Venecia Thomas Mann La muerte en Venecia (título original alemán: Der Tod in Venedig) es una novela corta publicada por el escritor alemán Thomas Mann en 1912. La acción de la novela se sitúa en el verano de 1911, en Venecia, ciudad que marcará el destino del famoso escritor Gustav Aschenbach con dos imágenes igualmente perturbadoras: la angelical belleza adolescente de Tadzio y una ciudad azotada por la epidemia de cólera, reflejo de su propia decadencia y soledad. Es una obra que, debido a su complejo simbolismo, genera variadas interpretaciones. Baste referir, a modo de ejemplo, la significación de Venecia, la ciudad de las apariencias y las ilusiones románticas y, al mismo tiempo, una ciudad-despojo que puede considerarse un emblema de la decadencia que afecta al propio Aschenbach, el protagonista. Hay una parte autobiográfica en esta novela: su autor, Thomas Mann, realizó un viaje a Venecia del 26 de mayo al 11 de julio de 1911.



ALBERT EINSTEIN Y THOMAS MANN



 CRÍTICA DE LA NOVELA

El llamado del abismo Por Mario Vargas Llosa Pese a su brevedad, La muerte en Venecia cuenta una historia tan compleja y profunda como la de aquellas novelas en las que el genio de Thomas Mann se desplegaba morosamente, en vastas construcciones que pretendían representar toda una sociedad o una época histórica. Y lo hace con la economía de medios y la perfección artística que han alcanzado pocas novelas cortas en la historia de la literatura. Por eso, merece figurar junto a obras maestras del género como La metamorfosis, de Kafka, o La muerte de Iván Ilich, de Tolstói, con las que comparte la excelencia formal, lo fascinante de su anécdota y, sobre todo, la casi infinita irradiación de asociaciones, simbolismos y ecos que el relato va generando en el ánimo del lector. Leído y releído una y otra vez, siempre se tiene la inquietante sensación de que algo misterioso ha quedado en el texto fuera del alcance incluso de la lectura más atenta. Un fondo oscuro y violento, acaso abyecto, que tiene que ver tanto con el alma del protagonista como con la experiencia común de la especie humana; una vocación secreta que reaparece de pronto, asustándonos, pues la creíamos 2 definitivamente desterrada de entre nosotros por obra de la cultura, la fe, la moral pública o el mero deseo de supervivencia social. ¿Cómo definir esta subterránea presencia que, por lo general, las obras de arte revelan de manera involuntaria, casi siempre al sesgo, fuego fatuo que las cruzara de pronto sin permiso del autor? Freud la llamó instinto de muerte; Sade, deseo en libertad; Bataille, el mal. Se trata, en todo caso, de la búsqueda de aquella soberanía integral del individuo, anterior a los convencionalismos y a las normas, que toda sociedad —algunas más, otras menos— limita y regula a fin de hacer posible la coexistencia e impedir que la colectividad se desintegre retrocediendo a la barbarie […]. 


La razón, el orden, la virtud, aseguran el progreso del conglomerado humano pero rara vez bastan para hacer la felicidad de los individuos, en quienes los instintos reprimidos en nombre del bien social están siempre al acecho, esperando la oportunidad de manifestarse para exigir de la vida aquella intensidad y aquellos excesos que, en última instancia, conducen a la destrucción y a la muerte. El sexo es el territorio privilegiado en el que comparecen, desde las catacumbas de la personalidad, esos demonios ávidos de transgresión y de ruptura a los que, en ciertas circunstancias, es imposible rechazar pues ellos también forman parte de la realidad humana. Más todavía: aunque su presencia siempre entraña un riesgo para el individuo y una amenaza de disolución y violencia para la sociedad, su total exilio empobrece la vida, privándola de aquella exaltación y embriaguez —«la fiesta y la aventura»— que son también una necesidad del ser. Éstos son los espinosos temas que La muerte en Venecia ilumina con una soberbia luz crepuscular. Gustav von Aschenbach ha llegado a los umbrales de la vejez como un ciudadano admirable. Sus libros lo han hecho célebre, pero él sobrelleva la fama sin vanidad, concentrado en su trabajo intelectual, sin abandonar casi el mundo de las ideas y de los principios, desasido de toda tentación material. Es un hombre austero y solitario desde que enviudó; no hace vida social ni acostumbra viajar; en las vacaciones se recluye entre sus libros, en una casita de campo de las afueras de Múnich. El texto precisa que «no amaba el placer» […]. La visión furtiva de un forastero en el cementerio de Múnich despierta en Von Aschenbach el deseo de viajar y puebla su cabeza de imágenes exóticas; sueña con un mundo feroz y primitivo, bárbaro, es decir, totalmente antagónico a su condición de hombre supercivilizado, de espíritu «clásico». Sin entender bien por qué lo hace, cede al impulso y va primero a una isla del Adriático, luego a Venecia. Allí, la misma noche de su llegada, ve al niño polaco Tadzio que revolucionará su vida, destruyendo en pocos días el orden racional y ético que la sustentaba. Nunca llega a tocarlo, ni siquiera a cambiar una palabra con él; es posible, incluso, que las vagas sonrisas que Von Aschenbach cree advertir en el efebo cuando se cruzan sean pura fantasía suya. Todo el drama se desarrolla al margen de testigos indiscretos, en la mente y el corazón del escritor y también, por supuesto, en esos sucios instintos que él creía dominados y que, de manera inesperada, en la pegajosa y maloliente atmósfera del verano veneciano, resucitan convocados por la tierna belleza del 3 adolescente para hacerle saber que su cuerpo no sólo es el habitáculo de las refinadas y generosas ideas que admiran sus lectores, sino, también, de una bestia en celo, ávida y egoísta […]. El drama del solitario cincuentón, tan tímido y tan sabio, enamorado como una damisela del niño polaco, que se inmola en el fuego de esa pasión, nos turba y nos conmueve profundamente. Porque hay, entre los resquicios de esa historia, un abismo que ella deja entrever y que inmediatamente identificamos en nosotros mismos y en el medio social en el que estamos inmersos. Un abismo poblado de violencia, de deseos y de fantasmas sobrecogedores y exaltantes, del que por lo general no tenemos conciencia alguna, salvo a través de experiencias privilegiadas que ocasionalmente lo revelan, recordándonos que, por más que lo hayamos reducido a la catacumba y al olvido, forma parte integral de la naturaleza humana y subyace, por lo tanto, con sus monstruos y sus sirenas seductoras, como un desafío permanente a los usos y costumbres de la civilización1 . © 2002,



Mario Vargas Llosa, escritor peruano-español, Premio Nobel de Literatura 2010


SOBRE THOMAS MANN

Fue un escritor alemán, nacionalizado estadounidense, que nació en 1875 en Lübeck y falleció en 1955 en Zúrich. Premio Nobel en 1929, es considerado uno de los escritores europeos más importantes de su generación. Mann es recordado por el profundo análisis crítico que desarrolló en torno al alma europea y alemana en la primera mitad del siglo XX. Para ello tomó como referencias principales a la Biblia y las ideas de Goethe, Freud, Nietzsche y Schopenhauer. Tras la publicación de un libro de relatos, salió a la luz su primera novela, Los Budenbrooks. Ocaso de una familia (1901), donde relata la decadencia de una familia burguesa cuyas virtudes van desapareciendo poco a poco. 


En 1905 contrajo matrimonio con Katia Pringsheim, descendiente de una rica familia de Múnich, con la que tuvo seis hijos. Ciertos aspectos de su vida personal se recogen en las obras Alteza real (1909) y El señor y el perro (1918), no exentas de humor. Uno de los temas más tratados en sus obras es el conflicto existente entre el arte y la vida y se plasma, entre otras, en La muerte en Venecia (1912). 1 Extracto del capítulo dedicado a La muerte en Venecia, de Thomas Mann, incluido en el libro de Mario Vargas Llosa La verdad de las mentiras (Alfaguara, 2002). 4 Cuando estalló la I Guerra Mundial, tendió a manifestar ciertos aspectos conservadores y patrióticos en, por ejemplo, Consideraciones de un apolítico (1918). Sin embargo, nunca se mostró a favor del fascismo, al que atacó duramente en Mario y el mago (1930). Cuando Hitler se hizo con el poder en 1933, todos sus bienes le fueron confiscados, motivo por el cual se vio obligado a exiliarse en Suiza, donde redactó algunos artículos y conferencias como Atención, Europa (1938), done manifestaba los peligros del nazismo y el fascismo. Su novela más conocida data de ese período, en el que se convierte en un absoluto defensor del sistema democrático: La montaña mágica (1924). En ella, su protagonista, Hans Castorp, asiste en un sanatorio a la revelación de un mundo que está sufriendo continuos cambios. A partir de 1939 residió en EE.UU. y en 1941 obtuvo la nacionalidad estadounidense, a la que no renunció cuando volvió a instalarse en Alemania en 1945. Entre los años 1933-43 escribió su tetralogía Las historias de Jacob, El joven José, José en Egipto y José y sus hermanos, inspiradas en la Biblia y en la que se introducen matices psicológicos y filosóficos. Su última novela es Doctor Faustus. La vida del compositor alemán Adrián Leverkühn contada por un amigo (1947), donde se relata el desarrollo de la Alemania de Hitler a través de la historia de un músico que ha vendido su alma al diablo. Poco antes de morir publicó Confesiones del aventurero Félix Krull (1954), en la que, en clave de humor, trata el tema del arte desde una nueva perspectiva: se plantea si el arte y la cultura no son más que un engaño. 

ADAPTACIÓN CINEMATOGRÁFICA MUERTE EN VENECIA 


Italia-Francia, 1971 Muerte en Venecia es una disquisición estético-filosófica sobre las pérdidas de la juventud y la vida, encarnadas en el personaje de Tadzio, y el final de una era representada en la figura del protagonista, Gustav Aschenbach. Luchino Visconti, el cineasta más aristócrata en el más amplio sentido de la expresión, que nos ha deparado la historia del cine europeo, alcanza inusitadas cotas de brillantez con esta película inmortal, un gran homenaje a la belleza. Si ya la novela original de Thomas Mann era un canto a la búsqueda de la perfección, el texto pasado por el tamiz de la extrema sensibilidad de Luchino Visconti, llega a alcanzar insólitas cotas. Dirk Bogarde hace jirones su alma y su cuerpo en la película y jamás una banda sonora había tenido en el montaje un aliado tan eficaz. Y nunca un actor desconocido, el virginal Björn Andrésen, había puesto tanta carne en el asador para componer su complicadísimo personaje, el de objeto del deseo de un hombre para quien es demasiado tarde para todo, instalado en un universo crepuscular que sólo encontrará resolución en la muerte. Muerte en Venecia es, en definitiva, una de esas incuestionables grandes películas que sólo aparecen cada 30 ó 40 años. Es la perfección, la maestría… 








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